A comienzos del año 2.014, BMW presentó al mundo el primer M3 sobrealimentado de la historia, dejando atrás por primera vez la esencia de aquellas mecánicas atmosféricas que siempre habían caracterizado a la compañía en sus versiones más prestaciones, en los automóviles firmados por BMW Motorsport, los conocidos "M".
Está decisión no solamente viene dada para lograr reducir los consumos de carburantes si no también para lograr prestaciones dignas de un superdeportivo, haciendo de este un coche utilizable en el día a día y capaz de comerse el circuito con 431 CV de potencia extraídos de un motor de seis cilindros en línea (L6) con dos turbos.
También se trata del primer "M" en dar la opción a sus futuros propietarios de dudar entre adquirir la variante con caja de cambios manual de seis relaciones o la automática de doble embrague y siete marchas. Ambas variantes únicamente varían la factura final en un euro, algo que claramente no hará decantarse por una u otra.
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