La firma alemana, propiedad de General Motors, ofrece a sus clientes diversas mecánicas, tanto de tipo diésel como gasolina, las cuales pueden ir combinadas con una caja de cambios manual de seis relaciones como el modelo que protagoniza estas líneas así como una automática de igual número de marchas. La versión más modesta hace uso de un motor a gasóleo de 120 CV mientras que la más prestacional, conocida como OPC, hace gala de un V6 Turbo de 325 CV y tracción total. Por supuesto, el Opel Insignia también está disponible con carrocería familiar así como una pensada para realizar intrusiones en el campo.

MECÁNICA
El Opel Insignia 2.0 CDTI ecoFLEX esconde bajo el capó delantero un motor diésel de 2.0 Litros de cubicaje capaz de entregar al eje delantero, a través de una caja de cambios manual de seis relaciones, 140 CV de potencia a 4.000 rpm, cifra que se logra gracias al uso de un turbocompresor de geometría variable así como de la inyección directa de carburante. El par motor es de 370 Nm disponibles a 1.750 rpm, destacando este dato por encima de sus rivales con mecánicas similares.
El motor de este vehículo es algo ruidoso cuando se encuentra en frío, sensación que desaparece paulatinamente según va cogiendo temperatura el bloque. Una vez en autopista o carretera pasa desapercibido dentro del habitáculo, algo que es posible, principalmente, gracias al buen aislamiento del mismo. Es un propulsor poderoso, con mucha fuerza desde bajas revoluciones y que empuja de manera constante y feroz hasta bien superadas las 3.500 rpm, momento idóneo para realizar un cambio de marchas a una relación superior.

La transmisión consta de desarrollos muy largos. Para que os hagáis una idea, a 130 Km/h, en sexta, el motor viaja a 2.000 rpm. Esto no es algo malo, ni bueno, simplemente es una característica más del vehículo. El uso de marchas largas, principalmente en las tres últimas, permite bajar no solo los consumos, si no también el ruido mecánico procedente del capó. Cierto es que en algunas ocasiones, como por ejemplo cuando viajamos a menos de 90 Km/h en la última relación posible, si se quiere ganar velocidad de manera rápida, será necesario reducir una o dos marchas.
Esta combinación permite alcanzar los 100 Km/h desde parado en 10,5 segundos mientras que la velocidad máxima es de 205 Km/h.

CONSUMOS
Gracias al uso de una tramisión larga, tal y como hemos comentado anteriormente, el Opel Insignia 2.0 CDTI 140 CV con Start&Stop, presume de unos consumos muy reducidos. La compañía homologa un consumo extra-urbano de 3.0 Litros/100 Km, cifra que según nuestras mediciones es díficil de alcanzar. En nuestro recorrido habitual de pruebas, con subidas y bajadas por la autopista A-5, tanto de ida como de vuelta, el Insignia consumió 4,6 Litros/100 Km, lo cual es un cifra baja.
En ciudad, el ordenador de abordo en contadas ocasiones llegó a superar los 6.0 Litros/100 Km mientras que la media final de la prueba quedó cifrada en 5,7 Litros/100 Km, siendo esta, junto con el Citroen C-Elysée, una de las más bajas que hemos tenido en los últimos meses en UnionFenixMotors.
Cabe destacar el uso de un deposito de carburante de 70 Litros, el cual permite alcanzar una autonomía superior a los 1.300 Km.

COMPORTAMIENTO
El Opel Insignia dispone de tres modos de conducción, ECO, Tour y Sport, lo cual permite que encontremos en un mismo vehículo diferentes facetas. En todo momento, la berlina de esta prueba es un automóvil realmente confortable. De hecho, ha sido construido con tal objeto, es decir, trasladar de manera suave y cómoda a sus ocupantes, ofreciendo cierto toque de deportividad cuando activamos la función Sport.
Esta última endurece la suspensión, modifica el mapa motor del vehículo y además, la dirección se vuelve más directa y en cierto modo precisa. Haciendo uso de esta modalidad, el Opel no es un coche deportivo como tal, si no que hace de su conducción una tarea más divertida y menos confortable, principalmente cuando nos adentramos en carreteras más asfaltadas. En autopista, únicamente una respuesta más viva del motor así como el tener que hacer más esfuerzo para mover la dirección harán que notemos las diferencias entre los diversos modos de conducción.

En modo Tour, el Insignia, gracias a la comodidad de sus asientos, la ausencia de ruidos mecánicos y la suspensión en su modo más cómodo, hace de este automóvil un turimo recomendable para viajar durante muchos kilómetros.
Que sea un vehículo agradable de conducir también es posible gracias a la tecnología que lo acompaña. Elementos como la cámara de visión trasera, el control de crucero adaptitivo, el sensor de ángulo muerto, el detector de próximidad a alta velocidad, o el sistema capaz de encontrar un espacio para estacionar el coche ayudan a conseguir dicha tarea. También cabe destacar la opción de cambiar de manera automática las luces de cortas a largas, el detector de luz y lluvia o el cambio involuntario de carril, elementos que hacen de este vehículo un automóvil con una seguridad activa realmente elevada.

La capacidad de frenada, aunque no hemos tenido la oportunidad de medirla, nos ha parecido elevada aunque no sobresaliente. Se encuentra, en este aspecto, ligeramente por encima de la media del segmento, al igual que en cuanto a comodidad se refiere. Sin embargo, a la hora de buscar el dinamismo del chasis en curva, un BMW Serie 3 es mejor, pero a cambio el Opel Insignia es un vehículo más neutro y fácil de conducir cuando lo que se buscan son las prestaciones.
La suspensión es de tipo McPherson en las ruedas delanteras mientras que en la zaga se hace uso de un sistema de paralelogramo deformable. Ambos ejes disponen de barra estabilizadora.
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