Prueba Subaru XV 2.0 TD

El Subaru XV 2.0 TD es un todoterreno compacto con un precio de partida de 19.100 Euros sin descuentos. Nuestra unidad de pruebas, equipada con el acabado Executive Plus ascendía hasta los 28.850 Euros, cifra en la que se incluyen numerosos elementos de equipamiento, tanto de confort como de seguridad.

El Subaru XV está disponible en el mercado español con tres mecánicas, dos de ellas gasolina, con potencias que oscilan entre los 116 CV y los 150 CV, todas ellas acompañadas por un sistema de tracción integral así como, en algunas versiones, de reductora y cambio automático. Los neumáticos mixtos de carretera-campo se ofrecen a los clientes de manera gratuita, mejorando, tal y como veremos a continuación, drásticamente el manejo en superficies no asfaltadas.




MECÁNICA

La unidad testada se corresponde con el motor diésel de 147 CV, dos litros de cubicaje y cuatro cilindros en posición bóxer, una colocación que mejora el centro de gravedad del vehículo a la vez que ofrece un agrado de funcionamiento digno de motores más potentes. El propulsor equipa la tecnología de la inyección directa de carburante así como un turbocompresor de geometría variable capaz de generar 350 Nm de par motor constantes desde las 1.600 hasta las 2.400 rpm.

El motor bóxer destaca por su agrado de funcionamiento. Una vez superadas las 1.600 rpm se nota el empuje del sobrealimentador, aunque a diferencia de otras mecánicas con igual número de cilindros y litros, el motor del Subaru XV es suave en todo el régimen de revoluciones, sin sobresaltos. Tampoco te dejará pegado al asiento, pero la capacidad de recuperación es muy alta si tenemos en cuenta que hay que mover 1.510 Kg de peso y una carrocería elevada, suficiente para adelantar con seguridad llevando el coche cargado. El motor es algo ruidoso, principalmente a bajo régimen.



COMPORTAMIENTO

La dirección, de tipo eléctrica, es precisa y permite al conductor “leer” la carretera, algo a lo que también contribuye una suspensión delantera algo blanda y una trasera que tiende a rebotar ligeramente al superar badenes o zonas en muy mal estado en la carretera. No hemos tenido la oportunidad de medir la capacidad de frenada aunque en todo momento nos ha parecido correcta. Cierto es que aunque podría mejorar drásticamente al montar neumáticos de carretera.

En carretera, con neumáticos mixtos, no es un vehículo especialmente ágil en curva, aunque si que es cierto que el chasis es un maravilla. De hecho, este último ha sido cogido directamente del Subaru Impreza, ofreciendo, si disponemos de neumáticos de carretera, una gran velocidad y tracción, gracias, en este caso al sistema de tracción total permanente. A velocidad de crucero el ruido de rodadura así como el mecánico no hacen acto de presencia en el habitáculo mientras que el aerodinámico se nota si llevamos la radio apagada o a bajo volumen. Puede que sea molesto únicamente si alcanzamos la velocidad máxima del vehículo, la cual roza los 200 Km/h.



En campo no hay obstaculo que se le resista. Es una máquina. La tracción total unida a los neumáticos mixtos permiten hacer maravillas. Sus 22 cm de altura libre al suelo también son de vital importancia para superar grietas, cuestas pronunciadas o piedras. La tracción es sobresaliente. Apuntas con el volante y aunque aceleres a tope el coche se mantiene en la trazada. Ni si quiera en lluvia se va.

Cierto es que en algunas ocasiones se pueda hechar en falta una reductora (las versiones de gasolina más económicas disponen de ella) o al menos una primera más corta, pero sin lugar a dudas, este vehículo ha sido diseñado para aquellos amantes del campo, de la velocidad en caminos que no están dispuestos a renunciar de un vehículo muy cómodo en carretera, con bajos consumos y con un espacio para los ocupantes, tal y como veremos en la segunda parte de la prueba, elevado.



CONSUMOS

En nuestro recorrido habitual de pruebas, donde realizamos 87 Km en un tramo de autopista, de ida y vuelta, con fuertes bajadas y subidas, el Subaru XV ha conseguido cifrar el consumo de carburante en 6,2 Litros/100 Km a la velocidad máxima legal permitida por la vía, es decir, 1,2 Litros/100 Km por encima de lo homologado por la marca nipona. El consumo medio obtenido en la prueba asciende a 7,1 Litros/100 Km. En esta última cifra debemos tener en cuenta que más de 1/5 del recorrido se hizo en campo, a velocidad reducida donde los consumos se disparan. En ciudad es factible verlo bajar de los 7 Litros/100 Km.

[gallery link="file" ids="8,9,10,11,12,13,14,15,16,17,18,19,20,21,22,23,24,25"]