En un comunicado distribuido por el equipo de F1 en conjunto con el hospital de Mie, se dice que "una serie de desafíos médicos aún tienen que ser superados, ya que el piloto de 25 años de edad se estrelló contra una grúa durante el Gran Premio de Japón."
Un especialista en la revista alemana Auto Motor und Sport afirma que el sensor de fuerza G que llevan los monoplazadas registró durante el impacto 92G, una cifra que el cuerpo humano dificilmente podrá superar.
El informe realizado por la FIA determinó que el monocasco de fibra de carbono estaba completamente destruido, llegando a encontrar elementos de la parte frontal en el interior del motor.
Philippe afirmó: "Los médicos nos han dicho que esto ya es un milagro, que nadie ha sobrevivido a un accidente tan grave."
"Todo el mundo me sigue preguntando cómo se encuentra Jules, pero no puedo responder, no hay una respuesta. Un día se encuentra relativamente mejor, pero hay otros en los que su estado es crítico. Los daños causados por el accidente son muy graves, aún así no sabemos cómo va a evolucionar."
"Cada vez que suena el teléfono se que podría ser el hospital diciendo que Jules está muerto," admitió el padre de Jules Bianchi.
De momento, Jules Bianchi se encuentra en coma y según los últimos informes médicos, no parece que vaya a salir de ese trágico estado.
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