Prueba Mercedes-Benz CLA 220 CDI 7G-Tronic

Esta semana, el equipo de pruebas de Union Fenix tuvo la oportunidad de ponerse al volante del Mercedes-Benz CLA, una berlina compacta y deportiva que llega al mercado español con un precio de partida de 31,650 Euros sin descuentos. Nuestra unidad de pruebas, equipada con el motor 220 CDI, la transmisión automática y numerosos elementos opcionales de equipamiento ascendía la tarifa final hasta los 42.800 Euros.

Mercedes-Benz ofrece a sus clientes, dentro de la gama CLA, numerosas mecánicas, tanto gasolina como diésel, que parten desde los 122 CV de potencia hasta los 360 CV de la versión AMG. También es posible escoger entre una caja de cambios manual de seis relaciones o una automática de convertidor de par con siete así como tracción delantera o integral, encontrándose nuestra variante en el primer caso.

Montarse en Mercedes-Benz CLA ya supone deportividad. Puertas sin marcos, un puesto de conducción bajo, asientos deportivos con costuras en rojo, volante de cuero, techo en tela negra y una estética exterior impresionante. Se trata de una berlina de pequeño tamaño pero que gracias a su silueta de Coupé, su baja altura y unas llantas de aleación ligera de 18 pulgadas firmadas por AMG nos hace saber que no estamos ante un confortable y elegante Mercedes, nos encontramos ante una berlina que le gusta correr y ser eficaz curva tras curva.

MECÁNICA

Ajustamos el asiento, el volante y los retrovisores. Ya solo queda girar la llave a la derecha y arrancar el motor 2.2 Diésel de 170 CV, una mecánica acoplada a una caja de cambios automática de siete marchas con levas, un motor que a simple vista parece no ser la versión más adecuada para un coche que emana deportividad en cada una de sus líneas, pero me ha sorprendido. No suena a diésel, al menos desde dentro del habitáculo y responde, tal y como detallaremos a continuación, de manera rápida y eficaz.

El motor, construido en hierro y aluminio, ofrece al eje delantero 170 CV de potencia disponibles entre las 3.400 y las 4.000 rpm mientas que el par motor de 350 Nm es constante desde las 1.500 rpm hasta las 3.400 vueltas. Está sobrealimentado mediante un turbo de geometría variable y dispone de cuatro válvulas por cilindro así como inyección directa de carburante.

El motor, como ya he dicho, sorprende. Empuja desde muy bajas revoluciones, sin tirones, de manera suave hasta pasadas las 4.000 rpm de forma lineal. De hecho, cuando otros motores de la categoría desfallecen una vez pasadas las 3.500 vueltas, el propulsor del Mercedes-Benz CLA sigue y sigue hasta llegar al corte de inyección. Además, mientras acelera el sonido que proviene de las dos salidas de escape posteriores es bonito, llegando a parecerse al de un gasolina de mayor cilindrada. Únicamente recordamos que estamos ante un diésel cuando vemos que es imposible superar las 4.000 rpm y por supuesto por los consumos.

Ofrece una potencia por encima de lo que una familia necesitaría en el día a día. Este coche, acompañado por la mecánica que hemos tenido la oportunidad de probar, parece la combinación idónea para aquellas personas que busquen un coche rápido, deportivo y con unos consumos bastante reducidos.

La caja de cambios, automática de siete marchas con levas tras el volante, es de convertidor de par y tal y como ocurre en este tipo de transmisiones los cambios entre las diferentes marchas pasan completamente desapercibidos. No da tirones y es muy suave, tanto saliendo desde parado como circulando rápido en carretera de curvas a ritmo elevado. Cuando he conducido este coche, solamente me daba cuenta que estaba viajando en una marcha más larga cuando aceleraba con fuerza y el motor subía alto de vueltas. Era entonces cuando al engranar la marcha siguiente, el ruido mecánico pasaba a un según o tercer plano.

Si que es cierto y lo hemos notado varias personas del equipo de pruebas, que cuando viajamos en una marcha larga, a muy bajas revoluciones y aceleramos al máximo en modo automático, la caja de cambios tarda algo más de un segundo en engranar una marcha adecuada para el tipo de prestaciones que estamos solicitando al coche. Cuando dicha solicitud se realiza a más de 2.000 rpm la respuesta se convierte en inmediata.

COMPORTAMIENTO

Cuando probé el Mercedes-Benz Clase A tiempo atrás, me sorprendió el gran trabajo que habían realizado los ingenieros con la puesta a punto del chasis, algo en lo que me reafirmo tras probar el CLA, con el cual comparte plataforma y gran parte del diseño.

El Mercedes-Benz CLA es un tracción delantera con el motor localizado en posición transversal, una combinación de elementos que en un principió no es propicia para ser eficaz circulando, por ejemplo, en una carretera de curvas, debido al subviraje natural de este tipo de mecánicas. Sin embargo, el CLA es un coche soberbio en este sentido. En ninguna de las ocasiones que lo he conducido he perdido el control de la parte delantera o trasera a velocidades en la que otros coches similares ya hubieran comenzado a deslizar y saltar los controles electrónicos para mantener la trazada.

El dinamismo del CLA es muy bueno, siendo mucho más fácil de llevar a velocidades elevadas por tramos de montaña que un Clase C o una berlina de similar tamaño con tracción trasera. Mientras un Clase C pierde el eje posterior cuando abrimos fuertemente gas a la salida de una curva, el CLA se mantiene completamente estable por la dirección marcada por el volante. En autopista, es un coche cómodo y gracias a su buen aislamiento acústico así como el gran tamaño de sus neumáticos, circular a 120 Km/h nos dará la sensación de ir "parados".

El equipo de frenos estaba compuesto por discos delanteros ventilados y perforados mientras que los traseros eran macizos. La capacidad de detención es elevada e incluso permite decelar fuerte dentro de una curva sin que el coche haga el más mínimo movimiento.

CONSUMOS

En nuestro recorrido habitual de pruebas de ida y vuelta, realizando 180 Km en autopista, el Mercedes-Benz CLA 220 CDI 7G-Tronic ha marcado, según el ordenador de abordo, 4,8 Litros/100 Km, una cifra baja aunque no sobresaliente. Esta se ha conseguido a una velocidad media de 114 Km/h y conduciendo sin preocuparse en gran medida por el gasto de combustible.

En ciudad dependerá mucho del tipo de conducción, el tráfico y los semáforos. Aún así, dispone de un botón ECO que al activarlo el sistema Start&Stop se pone en marcha cuando el vehículo se encuentra detenido, ahorrando algunas décimas de carburante. El consumo medio homologado es 5,2 Litros/100 Km, cifra que nos ha sido imposible lograr rodando por Madrid. Nosotros, la cifra mínima que hemos conseguido en ciudad ha sido 6,2 Litros/100 Km.

[gallery link="file" ids="3866,3865,3864,3859,3860,3861,3862,3863,3858,3857,3856,3855,3854,3849,3850,3851,3852,3853,3848,3847,3846,3845,3844,3839,3840,3841,3842,3843,3838,3837,3836,3835,3834,3829,3830,3831,3832,3833,3828,3827,3826,3825,3824,3819,3820,3821,3822,3823,3818,3817,3816,3815,3814,3813"]