El Volvo V40 es un compacto del Segmento C que está disponible en el mercado español con un precio de partida de 23.590 Euros sin descuentos. Nuestra unidad de pruebas, equipada con la motorización T5 gasolina de 245 CV y el acabado R-Design Momentum ascendía hasta los 39.400 Euros sin contar con los numerosos elementos opcionales que la marca había añadido.
Volvo ofrece dos diferentes tipos de mecánicas, gasolina y diésel, las cuales pueden combinarse con una caja de cambios manual de seis relaciones o una automática de ocho, que dependiendo del motor seleccionado, irá con un sistema de tracción delantera o a las cuatro ruedas. Nuestra variante testada equipaba el cambio automático, la tracción delantera y el motor gasolina T5, es decir, la variante más prestacional disponible en la gama Volvo V40, un vehículo posicionado a medio camino entre la funcionalidad de un Volkswagen Golf GTI y la deportividad del Audi S3.
MECÁNICA
A comienzos del año 2.014, Volvo presentó una nueva mecánica bajo la denominación T5, un motor de 2.0 Litros de cubicaje sobrealimentado mediante un turbocompresor de geometría fija capaz de entregar al eje delantero, a través de una caja de cambios automática de ocho relaciones y convertidor de par, 245 CV de potencia a 5.500 rpm y 350 Nm de par motor constantes desde las 1.500 hasta las 4.800 rpm. Esta motorización únicamente puede ir acompañada de la transmisión automática y la tracción delantera, independientemente del vehículo en el que se monte.
El motor es uno de los puntos más fuertes de este vehículo. Es sencillamente perfecto. Un motor polivalente que permite ser utilizado de manera tranquila, cómoda y suave sin que nos podamos percatar de todo el potencial que esconde. Si no fuera por los consumos, pisar a fondo podría acabar convirtiéndose en un vicio. El Volvo V40 T5 empuja sin piedad hasta que soltemos el pie del "gas", da igual a la velocidad en la que se quiera acelerar, es pegar un pisotón al pedal de la derecha y ver como los viandantes se giran al paso del coche, y no precisamente por su deportivo diseño, si no por el sonido que emiten las dos salidas de escape traseras.
El Volvo V40 T5 no tiene un sonido de coche "gordo" o grande. La melodía que emite se asemeja más, cuando el motor va al máximo, a un pequeño coche de competición de cuatro cilindros. Enamora.
Cualquier régimen del motor es bueno para encontrar prestaciones. Circulando en octava a menos de 2.000 rpm a 120 Km/h, aceleras y el vehículo responde correctamente, aunque es a partir de las 4.000 rpm cuando de verdad notamos un empuje que te pega ligeramente contra el asiento mientras ganamos velocidad muy rápidamente. De hecho, este es la clase de vehículo en el que si no miras de vez en cuando el velocímetro puedes meterte en un serio problema con la justicia.
El cambio automático de ocho relaciones y convertidor de par realiza las transiciones entre una marcha y otra de manera suave, rápida y sobretodo de forma cómoda e imperceptible en ciudad. Cabe destacar que en conducción deportiva no reduce el número de marchas suficiente y por ello, en ocasiones, es mejor poner el cambio en modo manual y ser nosotros quienes decidamos la marcha más adecuada en cada momento.
COMPORTAMIENTO
Volvo ha creado con este V40 uno de los mejores chasis deportivos de su clase. La suspensión, independiente en las cuatro ruedas, es de carácter deportivo y aunque no llega a ser extremadamente incómoda en ciudad, su hábitat principal son las carreteras de curvas. Es un coche que pide virajes, pide ser conducido de manera alegre, aunque tal y como comentaba anteriormente sobre el motor, tampoco teme a circular por ciudad de manera tranquila. No es un coche incómodo, de hecho, los viajes no hace de estos experiencias cansadas.
El Volvo V40 T5 R-Design pesa 1.540 Kg, lo cual es una cifra bastante elevada para tratarse de un compacto. Este peso, aunque acelerando, frenando o pasando curvas rápidas no se aprecia, cuando comenzamos a conducir por curvas entrelazadas y sobretodo a baja-media velocidad hace acto de presencia, cuando se llegue al límite, un ligero subviraje, principalmente al acelerar fuerte a la salida de una curva.
Durante la semana de pruebas tuve la oportunidad de conducir una noche sobre suelo mojado, perfecto para comprobar su comportamiento bajo condiciones meteorológicas poco favorables. Con lluvia, el conductor tiene que ser más controlado con el acelerador. Las ruedas tenderán a perder el control rápidamente a pocos que no seamos cuidadosos con la potencia, provocando subvirajes en las curvas.
La capacidad de frenada, aunque no hemos tenido la oportunidad de medirla, me ha parecido sencillamente perfecta. Los discos delanteros, además de ser de gran tamaño, son ventilados y van acompañados por pinzas de cuatro pistones, asegurando una capacidad de detención muy por encima de la media de coches que actualmente se venden en España. El coche, además de tardar poco en frenar, no hace extraño alguno, mantiene la trazada marcada por el volante e incluso te permite llegar a frenar en medio de una curva sin miedo a perder el control. A ello también puede contribuir los neumáticos Michelin Pilot Sport 3 que montaba nuestra unidad.
La dirección, en nuestra unidad de pruebas, además de ser eléctrica disponía de desmultiplicación variable, todo un lujo aunque complicada de adaptarse si nunca antes se ha probado. Esta no varía el radio de giro del coche aunque si modifica constantemente las vueltas del volante. Por ejemplo, cuando estamos aparcando, prácticamente al girar una vuelta completa al volante habremos girado por completo las ruedas mientras que en autopista, a velocidad de crucero, tendremos que mover más el volante para conseguir el mismo ángulo en las ruedas.
CONSUMOS
En un deportivo compacto de este calibre los consumos es, sinceramente, el punto menos importante a la hora de analizar de un coche. La felicidad que puede hacerte conseguir este coche no debe medirse en función de la cantidad de veces que tengamos que visitar una gasolinera.
He tenido la oportunidad de conducir el Volvo V40 T5 R-Desing algo más de 600 Km, cifra suficiente para saber que sin conducimos de manera tranquila y suave en carretera no consume en exceso. En nuestro recorrido habitual de pruebas, donde realizamos 186 Km de ida y vuelta, con bajadas y subidas, el modelo marcó un media de consumo cifrada en 8,2 Litros/100 Km, mientras que en ciudad muy difícilmente se podrá bajar de los 10 Litros/100 Km. Si que es cierto que en algunas circunstancias hemos visto cifras inferiores, pero conduciendo en todo momento con el sistema ECO+ activado así como haciendo uso de la marcha más larga posible en todo momento.
La autonomía, con un depósito de 62 Litros puede estimarse en unos 600 Km.
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