Tiene un sistema híbrido compuesto por un motor V12 atmosférico de 6,3 Litros de cubicaje capaz de entregar 860 CV de potencia a 9.200 rpm, 60 CV más que en LaFerrari. Para ello, los ingenieros han sustituido el árbol de levas de accionamiento hidráulico por uno mecánico, escapes sin silenciador y completamente rediseñado para mejorar el flujo de aire.
Junto a el se encuentra un motor eléctrico, que realiza las veces de KERS con una potencia de 190 CV. En conjunto, el Ferrari FXX K tiene 1.050 CV y un cambio automático de siete relaciones de doble embrague con levas tras el volante.
El Ferrari FXX K dispone de cuatro programas de funcionamiento: Qualify —máximo rendimiento durante un periodo de tiempo limitado—, Long Run —rendimiento constante—, Manual Boost —ofrece el mayor par disponible de manera inmediata— y Fast Charge —recarga rápida de la batería—.
La aerodinámica también es nueva. El vehículo se encuentra 30 mm más bajo que el modelo en el que se basa, favoreciendo la velocidad del aire en los bajos del coche. Cuenta con nuevos alerones, tanto delante como detrás, así como un difusor de gran tamaño fijo. Ferrari cifra las mejoras en un aumento del 50 % de la carga vertical con la configuración de baja resistencia aerodinámica, y un 30 % en el caso de la configuración de mayor carga, que supone 540 kg de carga aerodinámica a 200 km/h.
Los neumáticos son de tipo Slick y han sido desarrollados por Pirelli. Además, permiten transmitir por radio la aceleración, la presión y la temperatura.
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