Todo comenzó cuando él dejó su trabajo como gerente de Lufthansa y se aventuró con su Mercedes-Benz 300GD de 1.988 apodado "Otto". Los primeros años los pasó cruzando los países africanos con su tercera esposa, pero finalmente, ambos se separaron. Después de eso, encontró un nueva compañera de viaje, recorriendo desde 1.990 más de 200.000 Km por países Suramericanos, finalizando aquella travesía en Argentina.

El siguiente itinerario del viaje fue América Central, seguido por Canadá, México y Alaska antes de dirigirse a Australia. Estos países se encuentran en una larga lista de más de 26, entre los cuales se encuentran algunos como Siria y Kazajstán, donde el odómetro llegó a 500.000 Km. Los siguiente fueron Afganistán, Turquía, el Caribe, Cuba, Reino Unido y el resto de países europeos.
Desafortunadamente, Christine, su última compañera, falleció en Junio de 2010 después diagnosticarle en 2003 un tumor del nervio facial, pero Holtorf le prometió continuar el viaje, lo que hizo que los próximos países en la agenda fueran China y Corea del Norte, con el apoyo de Mercedes- Benz. Los viajes a Vietnam y Camboya siguieron mientras que la parada final fue en la Puerta de Brandenburgo en Berlín, Alemania.

Sin dejar de correr con el motor original, el Clase G, según afirma su propietario, rara vez se rompió. El mayor problema se produjo durante un viaje a Madagascar al pasar otro coche cuando el Clase G comenzó a deslizarse sobre el suelo terminando con las ruedas mirando hacia el cielo, lo que supuso volver a Europa para cambiar los paneles dañados.
El vehículo se mostrará en el Museo de Mercedes-Benz en Stuttgart, después haber recorrido más de 890.000 kilometros (553.020 millas). Como nota final, Holtorf y Christine se casaron dos semanas antes del fallecimiento de esta última.

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